Ha
llegado, una vez más, el principio de curso, y lo que nos encontramos es lo que
nos decían una y otra vez que íbamos a encontrarnos: las becas se alejan de
nuestras posibilidades todavía un poco más, las tasas aumentan tal y como
sabíamos, la calidad de la enseñanza disminuye, sube el IVA, etc. Pero, ¿es que
hace falta que diga algo más sobre la situación que estamos viviendo? Al paro y
las reformas del gobierno, que no solo continúan con la senda del PSOE, sino
que profundizan aun más en esas transformaciones económicas tan injustas para
la inmensa mayoría, se le suma además el comienzo de una cruzada ideológica
donde la España preconstitucional y la constitucional empiezan a declarar
abiertamente que son familia. Todo es parte, no obstante, de un complejo
proceso que viene desarrollándose desde hace años y está, continuamente, dando
una nueva forma al mundo en el que vivimos. Frente a ello, uno de nuestros
objetivos debe ser alcanzar los conocimientos que nos doten de la capacidad de
analizar la realidad para poder así rebatir al discurso oficial. Es ésta la
única manera de dar fuerza de soporte a nuestra acción política y ciudadana. Si
no somos conscientes de qué pasa, y aún más importante, por qué pasa, de nada
sirve lo que hacemos.
¿Quiénes son los culpables? El capitalismo, la derecha,
la incompetencia y esta sociedad
moldeada como si el mayor de los sueños de Pavlov se hubiera hecho realidad. Y
es contra todo esto contra lo que tenemos que luchar, desde luego, pero no
debemos olvidarnos de algo que no es menos importante, tenemos que luchar
contra nuestra propia desidia, tenemos que luchar contra nuestra propia fuerza
de voluntad, tenemos que ser conscientes de que los mayores grilletes que nos
encadenan a esta realidad tan injusta no es ni más ni menos que nuestra
ignorancia.
A lo
largo de esta semanas habrán movilizaciones de ámbito nacional y aquí iremos
concretando entre todos qué pensamos hacer, pero de nada sirve si no sabemos
qué verdades esgrimirles a los que nos atacan, no sirve el gritar y el salir a
la calle, si no se le acompaña de una razón bien argumentada. Hay que luchar,
pero hay que luchar desde el convencimiento de lo que se hace, acatar nuestras
responsabilidades como ciudadano, como pueblo del mundo en el que vivimos, como
personas empáticas que no piensan permitir que sus vecinos pasen hambre, se
vayan a la calle, sean humillados o tengan que emigrar por fuerza fuera de
donde quieren estar. Por todo esto os convocamos a participar en todo lo que
podáis, pero que empecéis a luchar desde el lugar que más le duele al sistema,
a este como a todos los anteriores, desde vuestra mente para ser capaces así de
decirle, sin lugar a dudas, cuáles son sus mentiras y cuáles sus vergüenzas.
PARTICIPA EN LA LUCHA,
ÁRMATE, NO SOLO CON ARMAS, SINO TAMBIÉN CON RAZONES,
INFÓRMATE Y DIFUNDE EL CONOCIMIENTO.
LEVÁNTATE Y PIENSA
MOVIMIENTO
CRÍTICO
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