sábado, 3 de noviembre de 2012

Mis razones para ir a la Huelga

Tengo 22 años, y durante estos 22 años he hecho todo lo que mis padres, mis profesores y los Gobiernos me dijeron que era bueno hacer. He cursado estudios superiores y no he cotizado ni un mes de trabajo en una región donde existe un 36% de paro y más de un 50% de paro juvenil.

Tal vez fui demasiado tonto y no aproveché la oportunidad que el boom inmobiliario dio
 a muchos jóvenes. Tal vez no debería haber seguido estudiando, y debiera haberme buscado un trabajo seguro que me procurase algo de estabilidad económica. Tal vez, si hubiese hecho todo eso, ahora estaría condenado a pagar una deuda impagable, desahuciado y embargado, sin estudios, sin trabajo y sin posibilidades de prosperar.

Pero lo cierto es que, con más pena que gloria, me encuentro acabando mis estudios universitarios, sin atisbar una salida laboral, sabiendo que la vía educativa (por la cual tengo que pagar 1800 euros para poder hacer cualquier oposición) está cerrada, sabiendo que lejos de crearse empleo, como prometió este Gobierno, se está destruyendo como nunca antes se había hecho. La única salida que vemos muchos jóvenes es hacer las maletas y buscar un futuro incierto en otro país más agradecido, lejos de todo lo que valoro y he conocido.

Pues bien, no me da la gana. No me da la gana de tener que seguir pagando cada año más y más por un derecho fundamental que es la educación. No me da la gana que se violen todos los tratados aprobados por el pueblo español. No me da la gana que me mientan diciendo que no hay dinero, dejando naufragar a un sinfín de familias arruinadas al tiempo que los ruinosos bancos son rescatados con el dinero que sale de nuestro sacrificio.

No me da la gana que el IVA suba al 21%, quebrando las esperanzas y posibilidades de los pequeños comercios, que son los que más empleo generan. No me da la gana que un funcionario cobre la mitad de su sueldo, o hasta un 80% menos solo por estar enfermo. No me da la gana que se recorten los derechos que se consiguieron después de tantas luchas sociales. No me da la gana volver al siglo XIX.

No acepto los recortes en educación, en sanidad, ni en democracia. No acepto el capitalismo, por su manera de enemistar y esclavizar a la humanidad. No acepto que no se vaya a una huelga porque se crea que no sirve para nada. No acepto el individualismo insolidario que pregona esta sociedad. No acepto tampoco que se esgriman excusas para no confluir con tus conciudadanos en la "búsqueda de la felicidad".

Aquellos que ocasionaron esta "crisis", los ricos -quienes han estafado y traficado con todo lo posible y lo imposible-, son quienes nos culpan, bajo el nombre de "los mercados" y a través de los Gobiernos, de la situación que ellos han provocado. Nos hacen culpables no por nuestros crímenes, sino por nuestra apatía, es decir, porque les dejamos.

Ahora es nuestro momento. El 14 de Noviembre podemos alzar la voz en nombre de la clase trabajadora de Grecia, Portugal y España. La huelga es una herramienta, un instrumento de trabajo para crear el bienestar de los pueblos contra la opresión del capital. Debemos emplearla, y hacerlo eficazmente. Unamos fuerzas y paremos el país para que entiendan que NO SOMOS SUS ESCLAVOS, y vamos a luchar.



Víctor Peña González,

Movimiento Crítico

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