La situación en Grecia es caótica, sí.
El año pasado se sucedieron huelgas salvajes, de incluso 72 horas. Las
condiciones de un amplio ratio de la población es límite, hasta el punto de que
la tasa de suicidios se ha convertido en solo tres años de la más baja a la más
alta de la Unión
Europea.
Me impactó ver cómo el año pasado había enfrentamientos directos
entre comunistas y anarquistas. Estos últimos llegaron a
ocupar el Ministerio de Economía durante una semana. En este año han ocurrido
dos cosas: la articulación social en torno a SYRIZA y el auge del populismo
neonazi de Amanecer Dorado.
Las presiones fácticas y mediáticas
sobre el electorado griego impidió a SYRIZA vencer en las elecciones. ND formó
gobierno con PASOK (los equivalentes a PP y PSOE en España) para ponerse al
servicio de la troika y seguir completando los paquetes de recortes y
privatizaciones que están llevando al país heleno al caos total.
Ese caos ha
permitido el auge de Amanecer Dorado (XA), que consiguió en ambas elecciones
(mayo-junio) un 7% de los votos. Actualmente las encuestas los posicionan en un
14%, mientras SYRIZA (30,5%) crece tímidamente por encima de ND (27%).
Mientras, el
gobierno de ND-PASOK piensa en privatizar las líneas de costa e incluso en
vender los ministerios. Más claro que el agua: el Estado se disuelve en el caos
social. En las calles, las patrullas antifascistas se enfrentan a los neonazis,
quienes están respaldados por un sector de la sociedad y reciben apoyo
policial.
A quien no le
interesa la política (relegando todas las decisiones importantes de la vida
cotidiana al banquillo) suele manifestar que "todos los extremos son
malos", haciendo referencia al comunismo-anarquismo por un lado y al
fascismo por otro, ignorando por completo el funcionamiento de dichas
ideologías. Mientras que unos defienden a todas las personas (el lema
"ningún ser humano es ilegal" es representativo, y llama la atención
cómo las patrullas antifascistas son recibidas con aplausos entre los
inmigrantes y los barrios obreros) y buscan una alternativa social y económica
al capitalismo, otros pretenden ahondar las relaciones capitalistas culpando a
determinados sectores de la sociedad de las crisis estructurales del sistema.
¿Todos son igual
de malos? Hay que empezar a plantearse algunas cosas. Pese a los que nos han repetido
una y otra vez, los problemas que se están dando en Grecia pueden darse en
España. Grecia ha sido el laboratorio de la troika, y por tanto medirán sus
actos en España, pero la miseria que generan las medidas que nos imponen desde
Europa, el problema latente del fascismo, y la pérdida de derechos siguen
siendo puntos activos en la política española.
Esto no se va a
solucionar solo con votos, o con manifestaciones. Hay que empezar a tirar
fuerte del Estado para rechazar contundentemente las medidas que quieren
imponernos. No somos esclavos. Como hombres libres hay que plantearse la
defensa de nuestros derechos y de nuestras libertades, y en consecuencia,
combatir el fascismo y el capitalismo, pues es el único problema que tenemos
ahora.
Víctor Peña
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